CMNBm

El envejecimiento y el deterioro orgánico comparten las mismas alteraciones celulares. Cuando las personas envejecen siguen tres rutas. La primera ruta, es el envejecimiento o deterioro orgánico exitoso. La segunda ruta del deterioro corporal es la fisiológica. Estas dos rutas de envejecimiento y deterioro orgánico se presentan en personas sanas. La última ruta es el envejecimiento o deterioro orgánico patológico. Este afecta principalmente a personas incapacitadas o con alguna enfermedad crónica. Este tipo de alteración hace que las células y los tejidos se deterioren de manera acelerada y rápidamente progresiva por lo que inducen el fracaso de uno o más órganos.

En el CMNBm contamos con la tecnología y experiencia profesional para identificar y modular las alteraciones producidas por el deterioro celular y orgánico presentes en la salud o la enfermedad. Cuando se favorece la regeneración, reciclaje y reemplazo de células y tejidos podemos alcanzar un tratamiento verdaderamente integral ya que ayudamos a:
- La restauración de la función celular de un tejido u órgano enfermo.
- El incremento de la supervivencia celular en órganos como el riñón, hígado, páncreas, etc.
- El aumento de la vitalidad y cantidad celular funcional de un tejido u órgano enfermo.
- La calidad de vida celular y orgánica.
- La disminución de la velocidad de progresión de una enfermedad.
- La reducción de los efectos indeseados de alguna medicación.

Es una terapia que incrementa los niveles de interleucina 10 con el objetivo de reprogramar a las células del sistema inmune para que exista y se perpetue un estado antinflamatorio con la finalidad de intervenir positivamente en enfermedades autoinmunes como artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, enfermedad de Crohn, miastenia Gravis , esclerosis múltiple, etc.

La inmunomodulación de IL-10 es muy útil y ofrece grandes beneficios ya que:
- Auxilia al tratamiento de enfermedades autoinmunes que no responden adecuadamente al tratamiento médico convencional.
- Es amigable con el organismo mientras ayuda al control de las enfermedades autoinmunes.
- Mejora la tolerancia inmunológica ante los propios tejidos.
- Disminuye de la gravedad y frecuencia de las recaídas durante el tratamiento de las enfermedades autoinmunes.
- Disminuye la velocidad de progresión del deterioro orgánico producido por el tratamiento o complicaciones de las enfermedades autoinmunes.

La inmunopotencialización se puede llevar a cabo a través de diferentes maneras. Una de ellas es mediante anticuerpos farmacológicos que han sido especialmente diseñados para intervenir sobre puntos de control inmunológico. Otra forma es introduciendo al cuerpo fragmentos proteicos que ayuden a la respuesta inmune. En los últimos años la biotecnología ha podido aislar y madurar células inmunes. Este método ha permitido obtener células y productos celulares específicos para atacar a un agente indeseado o células enfermas como las tumorales.

Cuando mejoramos la función inmunológica encontramos dos efectos principales. El primero ayuda a la restauración de los tejidos enfermos. El segundo efecto potencia la respuesta inmune para que se eliminen eficientemente los microorganismos y células indeseadas, como es el caso de las células tumorales.

La inmunopotencialización contribuye al tratamiento integral de infecciones crónicas y el cáncer. Dentro de sus beneficios podemos encontrar:
- Potencialización de la respuesta inmunológica.
- Identificación y reconocimiento de células enfermas.
- Disminución de la velocidad de progresión de enfermedades que cursen con inmunosupresión o desarrollo de tumores.
- Descenso de la cantidad de células tumorales o agentes infecciosos no deseados.

En la actualidad existen dos tipos de vacunas antitumorales. El primer tipo de vacunas son preventivas ya que previenen la infección por virus potencialmente tumorales como el VPH y la hepatitis. El segundo tipo de vacunas se conocen como terapéuticas, estas se administran a personas que ya tienen cáncer y contribuyen al tratamiento integral de la enfermedad.

Podemos encontrar diferentes tipos de vacunas antitumorales. Algunas de ellas están elaboradas a partir de:
- Células: en estos casos se utilizan células dendríticas, natural killer o células CAR.
- Proteínas tumorales: estas se elaboran a partir de proteínas del tumor que se aplican repetidamente para mejorar la respuesta inmunológica.
- Productos celulares: usan proteínas como anticuerpos, microvesículas, microARNs, etc.
- Vacunas in situ: estas se inyectan directamente sobre el tumor para activar el sistema inmunitario en el sitio del cáncer.
- Vacunas basadas en ácidos nucleicos (ADN y ARNm): Utilizan fragmentos de material genético que enseñan a las células del cuerpo a producir proteínas específicas del tumor.
- Vacunas basadas en virus: Usan un virus modificado para transportar antígenos tumorales o para infectar y destruir selectivamente las células cancerosas.

Las terapias celulares se pueden dividir de diversas maneras. Sin embargo, podemos decir a manera de resumen que pueden ser autólogas cuando se utilizan células propias o alogénicas cuando las células son procedentes de donadores o bancos de células troncales. Los objetivos y beneficios de la terapia celular son tan amplios como la cantidad de células presentes en el organismo, por esto se pueden usar diferentes tipos celulares para alcanzar uno o varios objetivos médicos. El desarrollo biotecnológico ha permitido que en la actualidad contemos con al menos tres tipos de terapias celulares para uso médico. Dentro de ellas están:

- Terapia celular en condiciones biológicas. Esta es frecuentemente utilizada, dentro de sus beneficios encontramos un buen potencial terapéutico, sin embargo, requiere de médicos experimentados, con formación profesional y de sitios adecuados para evaluar las condiciones del material biológico que van a aplicar.
- Terapia celular condicionada. Este tipo de terapia se caracteriza por modificar las condiciones de los cultivos celulares para mejorar sus actividades y obtener células o productos celulares específicos y con capacidades mejoradas. Para realizarla se requiere de un conjunto de recursos humanos, tecnológicos e infraestructurales adecuados por lo que es más especializada y alcanza mejores resultados.
- Terapia celular de origen farmacéutico: este tipo de terapia requiere un desarrollo biotecnológico generalmente específico por lo que se limita a la resolución de un problema de forma concisa. Sus beneficios son conocidos y bien definidos, así como sus complicaciones.

En el CMNBm tenemos una amplia experiencia en el biotecnología celular y medicina regenerativa. Nuestros equipos de trabajo son transdisciplinarios y cuentan con el respaldo científico y clínico necesario para aplicar terapia celular sin perder de vista la bioseguridad del paciente. Esto nos permite atender los beneficios y desafíos que encontraremos al aplicarla. La terapia celular puede ayudar a:
- Generar tratamientos personalizados transdisciplinarios donde participan médicos, biólogos, biotecnólogos, químicos, etc.
- Tener un tratamiento de alta especificidad ya que se ataca en profundidad la causa de la enfermedad reduciendo los efectos secundarios en comparación con otros tratamientos.
- Restaurar las funciones celulares y por lo tanto orgánicas.